sábado, 31 de julio de 2010

j.a.m.a.i.s


Iba yo
por un camino,
cuando una voz de mujer
dijo detrás
de mí:
"¿Me conoces?.
Me volví
y le contesté:
"No
recuerdo
tu nombre."
Ella me dijo:
"Yo soy aquella Tristeza
profunda
que sufriste hace tiempo."

Sus ojos
se parecían a la mañana
cuando el rocío
está todavía
en el aire.
Permanecí
en silencio
y luego
le contesté:
"¿Has perdido
aquella carga
inmensa
de lágrimas?"

Ella sonrió sin contestarme. Comprendí
que sus lágrimas habían tenido
tiempo
de aprender
el lenguaje
de las
sonrisas.

Me recordó:
"Una vez
aseguraste que conservarías tu tristeza
para siempre".

Avergonzado,
respondí:
"Es verdad,
pero
los años
han pasado..."

Después,
con su mano
entre las mías,
le dije:
"Pero tú también
has cambiado."

Entonces,
ella
me contestó,
serena:
"Debes saber
que
lo que un día
fue Tristeza
es ahora Paz..."

(Rabindranath Tagore)

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